Somos tú y yo, navegando por el viento, en un lugar inhóspito, totalmente desalmados, odiándonos, amándonos, matando el hastío con palabras y con una pequeña niña que nos mantiene poco a poco los pies sobre la tierra.
Porque muchas veces los sonidos no salen de mi boca y se atoran en el cerebro y luego salen a propulsión, cuando menos lo necesito.
Somos tú y yo, navegando por el viento, en un lugar inhóspito, totalmente desalmados, odiándonos, amándonos, matando el hastío con palabras y con una pequeña niña que nos mantiene poco a poco los pies sobre la tierra.
Publicado por £udita en 9:51 p. m.
2 comentarios:
Existen pequeños nudos marineros que son capaces de aferrarnos al muelle durante la peor de las tormentas.
Lo mejor de todo es que siempre encuentro esos nudos :)
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