Dias en que hay poco para ver

Me encanta estremecerme con cosas nuevas, con sentimientos que vienen y van (porque suelo enamorarme fácilmente), con cosas que tal vez antes no veía y ahora si. El fin de semana estuvo lleno de tragos y alegrías y tristezas, el jueves en contra de mi voluntad termine borracha en un antro de salsa y lo grandioso de la noche fue un segundo de revelación en la que me dije a mi misma: Mierda Alejandra estas enamorada de John!

El resto de la noche (o el tiempo en el que estuve consciente) me sentí orgullosa, poderosa y feliz de tener un secreto tan grande entre mis manos y que nadie mas lo supiera, me sentí superior a la novia de John quien no sospechaba mis tácticas cariñosas cuando bailábamos.

24 horas después ya se me había pasado el enamoramiento y con un poco de guayabo solo quería dormir, nuevamente en contra de mi voluntad mis compañeros me llevaron a celebrar el final de semestre, con lo cual yo no estaba muy contenta, pero bueeee... en fin, luego de darle rienda suelta a mi gusto por el licor note que Diego estaba interesado en mi; a mi no me gusta diego, no me parece ni remotamente atractivo, pero es una gran persona, de nuevo lo interesante fue la decisión de seguir la corriente y coquetear, bailar, hablarle muy de cerca etc, el pobre estaba un poco nervioso y al mismo tiempo fascinado porque era obvio que yo le estaba prestando atención, mi intención no era esa y por supuesto nada paso, solo yo con mi sentimiento de superioridad al sonreirle y saber por dentro que nunca me podrá tener, solo ser sensual sin que haya ningún desenlace. Extrañamente nunca creí sentir tanto éxtasis al engañar a alguien, solo por tener un poco de poder, nunca creí que en esas circunstancias el sentirme superior por cualquier motivo fuera tan excitante.

Se acabo el fin de semana en el que había poco para ver, y con eso (espero) mis ganas de jugar, quisiera volver a ser la Alejandra seria que todos conocen (o que creen conocer).