CLICK HERE FOR BLOGGER TEMPLATES AND MYSPACE LAYOUTS »

martes, 24 de marzo de 2009

L. y Yo

A L. la conoce hace poca mas de un año por una amiga en común, me pareció una niña muy simpática y encajamos inmediatamente, en una de nuestras primeras charlas ella me pregunto:
- L: Y tiene novio?
- YO: No para nada
- Pero debe de gustarle alguien?
- bueno si en realidad aun estoy enamorada de mi ex novio pero es una historia muy larga complicada y todo es muy improbable. Y a usted le gusta alguien?
- Bueno pues si, me gusta uno de los monitores, un niño moreno de gafas bastante interesante de pronto lo conoce.
- Mmm monitor de que?
- De biología
- Ahhh… Paulo?
- Si lo conoce?
- Claro, es mi ex novio.
L. me dice que le gusta Paulo pero que no va hacer nada, me cuenta sobre su amor eterno un hombre que no la valora ni la aprecia y por el cual sufre, me dice que se llama Alejandro y yo la escucho y le digo que animo que lo deje ir.
Un tiempo después luego de muchas historias y muchos consejos en cierta fiesta full de guarapo y chirimía me encuentro con Juana, llega mas gente mas trago mas música mas desorden, se acaba la noche y termino encarretada con alguien que no conocía, quedamos de vernos al otro día y yo no recordaba su nombre así que pregunte y Natalia me dice que se llama Alejandro que estudia electrónica que es así que es aza, me pregunto como lo conocí? Claro por Juana la misma que me presento a L. Me tomo mas tiempo del normal atar cabos y darme cuenta de lo que había hecho cuando ya toda la carrera le había comunicado los hechos tanto a Juana como a L.
Busco una piedra donde esconderme (o una para darme en la cabeza) me pongo nerviosa por lo que L. me vaya a decir, que me grite que se enoje que se entristezca, nos vemos y no me dice nada lo encuentra a él y se alarma, me sentencia al peor de los castigos verla llorar con el corazón roto sin decir nada y yo con la moral por el piso y sin ser capaz de hablar o consolarla al saber que hacia menos de una hora nos habíamos saludado cual pareja con un gran beso.
L. se aleja y casi no volvemos a hablar, mas adelante un día cualquiera llego y la gente me empieza a mirar con cuidado que que pasa pregunto porque me miran asi y nadie responde, salgo a tomar café y me quedo de una pieza, Paulo y L. conversando, Paulo y L. riéndose, Paulo y L. en la misma banca con la misma sonrisa con el mismo aire de conquista que solia haber entre los dos. Yo no pienso yo no actuo yo me quedo ahí, Juana y Natalia se quedan esperando mi reacción sin decir nada por respeto a las dos, al final nosotras tres nos quedamos en una mesa lejana pero clara a la vista toda la tarde observando el ritual de cortejo, L. llega y me saluda como si nada yo aun no me lo trago pero nada puedo hacer, siguen lo días de nubes grises sobre la cabeza y de arrastrar los pies, me siento casualmente a conversar con Paulo (igual en una banca con sonrisa de tonta enamorada y trastornada por no poder odiar lo que iban a construir) me dice que no lo intentara con L. que es muy pequeña muy joven que esto que lo otro, yo vuelvo a respirar tranquila y pienso en el daño tan grande que le hice a L. pienso diablos aun no estamos a mano (no es que importe pero siempre me sentiré avergonzada).
Pasa mucho tiempo, las pocas veces que Paulo, L. y yo hablamos me lleno de ira, me percato del coqueteo y me siento sin poder para hacer nada y digo ya basta no me gusta no aguanto mas, decido que los 3 no debemos estar en un mismo lugar pues siempre hay uno que saldrá lastimado.
El viernes debido a la ocasión L. llego a celebrar, decían por ahí: que hoy estas mas bonita que nunca que es por Paulo y todo reian y yo me atragantaba, me contengo vamos no es tan difícil déjalo ir DEJALO IR…. A eso de las 2 am ya no aguantaba mas y comencé a salirme de control. Me es difícil ver a Paulo con otra mujer, pero me es imposible verlo con una que me agrada. El me repetía que no me gusta que la aprecio que la veo como una hermanita pero hombre que ella no te ve asi, que te mira con amor y no con cariño amistoso.
Finalmente tuve que compartir el taxi con L. me despedí llena de rabia conmigo misma por no poder evitar esa situación y por haberme arruinado la noche tan bonita y tan divertida que estaba pasando. Me fui en el taxi con L. sintiéndome de lo peor y sin poder decirle nada.
A la larga parece que sin querer L. y yo nos seguimos hiriendo, y cada vez es más difícil compartir y llevárnosla bien, espero no mas fulminar mi ira y dejar que tenga lo que tenga que pasar entre ellos.

0 comentarios: